GS Inima desarrolló junto a ECONSSA la planta desaladora de Caldera, que hoy opera Nueva Atacama, y que fue reconocida como una de las plantas de menor consumo a nivel mundial. ¿Qué aprendizajes han sacado de este trabajo?

Esta planta es un referente mundial por varias razones. Fue la primera desaladora financiada por una empresa estatal para obtención y uso del agua potable destinada a consumo humano. Es también, un ejemplo en uso de tecnología innovadora para su construcción, al ser una de las plantas con menor consumo energético a nivel mundial (2.8 kWh/m³) fruto del buen diseño y know-how en ingeniería de la desalación. La planta es el resultado de mucho esfuerzo, innovación técnica y colaboración entre las distintas partes que hicieron posible su construcción. Estos componentes son clave para asegurar el éxito de cualquier proyecto.

GS Inima además tiene una gran experiencia a nivel internacional, con más de 50 años diseñando, construyendo y operando instalaciones de tratamiento y depuración de aguas. ¿Qué tan preparado está Chile en materia de tecnología medioambiental?

Hoy, Chile está perfectamente preparado y al día de las innovaciones tecnológicas en materia de tecnología medioambiental. En el sector hídrico, siempre ha estado en vanguardia en el uso de tecnologías innovadoras de desalación. GS Inima está presente en Chile desde hace 25 años, con la construcción y operación y mantenimiento de Arica, la primera desaladora de gran capacidad del país. Y, en todo este tiempo vemos cómo se ha convertido en el país líder en desalinización en América Latina.

No obstante, la alternativa que nos brinda el reúso del agua a partir del tratamiento terciario de aguas servidas, cuya implementación es necesaria dada la grave situación de escasez, obliga a que el sector se modernice e implementen las mejores tecnologías disponibles para este fin.

Fijándonos en la matriz energética de Chile, hay grandes esfuerzos por alcanzar una matriz energética flexible y baja en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esto se refuerza con la propuesta de objetivos de cumplimiento de sustitución de energías con combustibles fósiles por Energías Renovables no convencionales. Las plantas de tratamiento de agua de desalación o reúso también se unen a esta propuesta con la posibilidad de implementar estas tecnologías como medio de generación de energía para autoconsumo en la planta.

Para la desalación es fundamental tener una legislación eficiente en materia de concesiones marítimas. Como se espera un aumento de proyectos importantes en el país, ¿qué cambios propondrían a la institucionalidad vigente?

La concesión marítima está muy relacionada con la localización del proyecto. Para evaluar correctamente la posible afección a la zona de implantación de la planta es importante realizar el estudio de las zonas costeras del país y generar una base de datos y características de cara a establecer detalladamente qué modificaciones podrían generar impacto y qué otras no.

De esta forma, en función de las condiciones declaradas ya sean hidrológicas, fauna marina, fauna costera, etc. y de cómo puedan verse modificadas con la instalación de la planta o emisario correspondiente deberá evaluarse la concesión del permiso y las medidas de mitigación necesarias.

La Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES) está preparando para el año 2024 un congreso sobre las nuevas fuentes de agua que necesita el país. ¿Qué temas creen que debieran ser tratados en esta instancia?

Es muy interesante el enfoque del uso de agua desalada o agua de reúso para regadío en el sector de la agricultura, por las grandes cantidades de agua para desarrollar su negocio. En países como España, puede llegar a consumir hasta el 70% del agua dulce del país. Por lo que, es imprescindible asegurar la disponibilidad del agua para estos sectores tan importantes para la población.

En este contexto, las nuevas fuentes de agua a través de métodos como la desalación o el reúso tendrán un rol principal en el desarrollo y subsistencia del sector en las épocas de sequías prolongadas que vienen a futuro.

Un ejemplo del uso de agua desalada en riego es la Desaladora de Carboneras en Almería, España. GS Inima ha diseñado, construido y operado esta planta por casi 20 años y la experiencia que tuvimos con las comunidades de regantes que usan el agua desalada en la planta ha sido extraordinaria, llegando a preferir el agua de la planta al agua de los pozos profundos de la zona por su gran calidad y seguridad de suministro.