¿Por qué las energías renovables son tan importantes en la desalación de agua de mar y cuál es el rol que debe jugar en una política nacional de sustentabilidad?

La desalación de agua de mar utiliza grandes cantidades de energía y cuando se realiza mediante combustibles fósiles emite gases de efecto invernadero. Específicamente, la ósmosis inversa de agua de mar (Seawater Reverse Osmosis, SWRO, en inglés), que es la tecnología de desalación más común en Chile, utiliza entre 4 y 5 kWh/m3 de agua producida y emite 1,5 kg de CO2/m3 cuando funciona con electricidad de la red. Las tecnologías de desalación térmica utilizan más energía y producen más emisiones de CO2, ya que éstas actualmente funcionan por combustión. Además, cuando se utilizan combustibles fósiles importados, el costo de la energía equivale a la mitad del costo que tiene el agua producida por desalación. Así, el uso de energía renovable mejora las tres métricas de sostenibilidad: puede reducir el costo de producción de agua, no agota los recursos y minimiza los impactos ambientales.

¿Qué significan las energías renovables para el modelo económico de América Latina?

Las energías renovables como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, son importantes recursos energéticos en la región. La energía hidroeléctrica se está utilizando al máximo, proporcionando más del 50% de la energía en ocho países de Latinoamérica, mientras la energía solar aún no alcanza todo su potencial. Teniendo el recurso solar más rico del mundo, como es en el desierto de Atacama, esta energía podría desempeñar un papel fundamental en el modelo económico de Chile y de los países vecinos.

¿Es posible proyectar un sistema integrado de energías renovables en la industria de la desalación y reúso del agua? ¿Mejorarían las condiciones actuales de la industria y la sostenibilidad hídrica en América Latina?

Chile es un país con gran potencial para la utilización de energía solar, lo que permitiría abordar mucho mejor las necesidades de una industria minera y, en general, diversas industrias. En paralelo, esto también contribuiría significativamente a la disminución del impacto ambiental que presentan otro tipo de energías no renovables. 

La expansión de la minería hoy se ve limitada por el costo de la energía y la falta de disponibilidad de agua, lo que es crítico en el norte de Chile. Esto ofrece una sinergia oportuna para la industria minera entre la energía fotovoltaica y la solar térmica. Las estimaciones locales sitúan el potencial de la energía solar en la interconexión norte en más de 200 GW; el de la geotermia en las interconexiones norte y central, de 3 a 16 GW; el de la energía eólica en la interconexión central, de 5 a 40 GW; y el de las pequeñas centrales hidroeléctricas y la biomasa en el sur con 0,3 y 0,4 GW, respectivamente. 

Estos recursos pueden satisfacer no sólo las necesidades del desarrollo sostenible en Chile sino que también pueden producir energía suficiente para los países vecinos. Con interconexiones SING-SIC mejoradas y líneas de alta tensión, la región de Atacama podría llegar a proveer, además de Chile, energía suficiente para ciudades como para Sao Paulo, Río de Janeiro y Buenos Aires.